Sí, para cubrir las necesidades básicas, el ser humano está obligado a relacionarse con otros seres humanos.
Esta necesidad de interacción social es una característica inherente a nuestra especie y se remonta a nuestros orígenes como seres sociales.
¿Por qué?
* Cooperación: La cooperación es fundamental para la supervivencia. Desde la caza y la recolección hasta la construcción de refugios y la defensa contra depredadores, trabajar en grupo siempre ha sido más eficiente que hacerlo solo.
* Intercambio: El intercambio de bienes y servicios es esencial para obtener lo que necesitamos. Incluso en sociedades cazadoras-recolectoras, existían sistemas de trueque.
* Aprendizaje: La transmisión de conocimientos y habilidades de una generación a otra es crucial para la supervivencia y el desarrollo de la especie. Las relaciones sociales son el vehículo principal para este aprendizaje.
* Apoyo emocional: El ser humano es un animal social que necesita sentirse parte de un grupo para sentirse seguro y valorado. Las relaciones sociales proporcionan apoyo emocional y un sentido de pertenencia.
¿Desde cuándo?
Es difícil establecer un punto exacto en la historia evolutiva en el que surgió esta necesidad, ya que implica especular sobre el comportamiento de nuestros antepasados. Sin embargo, los estudios antropológicos y arqueológicos sugieren que la cooperación y la vida en grupo son características muy antiguas de nuestra especie.
En resumen, la necesidad de relacionarse con otros es tan fundamental para la supervivencia humana como la necesidad de alimentarse o de respirar. A lo largo de nuestra historia, hemos evolucionado para ser seres sociales, y esta característica sigue siendo esencial para nuestro bienestar en la actualidad.